Te doy la bienvenida a esta Guía donde abordaremos las emociones sobre el dinero con ejemplos vivenciales, podrás re-pensar tu relación con el dinero a través de los 4 patrones financieros, sabrás cuáles son los desordenes financieros y finalizaremos con un ejercicio sobre tus finanzas personales para tomar conciencia de tu resistencia.
¿Te apuntas a sumergirte en tu relación con el dinero y a darte permiso para hacerlo?
De primeras solemos pensar que el dinero va de números, finanzas y de cuentas bancarias que también, pero sobre todo está conectado fuertemente a nuestras emociones. No te equivoques creyendo que este vínculo emocional con el dinero no va contigo porque nadie está exento.
Suze Orman, experta financiera nos dice:
La gente realmente no tiene ni idea del dinero. Piensan que la razón de todas sus miserias es porque no lo tienen. Pero en realidad no tiene absolutamente que ver. Las personas piensan que si tuvieran más dinero tendrían menos problemas, ¡NO ES CIERTO! La razón por la que no tienen más dinero es debido a cómo se sienten con respecto a su vida y a sí mismas. Cómo tú te definas, hace que definas a las cosas de alrededor y al dinero. Pero el dinero y las cosas de tu alrededor no pueden definir la verdad de quien eres.
Según diferentes encuestas el 75% de las personas entrevistadas señalan al dinero como la mayor fuente de estrés.
Una vez que nos damos cuenta de que el dinero es una fuente importante de estrés en nuestra vida y que cuando hablamos de dinero intervienen las emociones, podemos sumergirnos en nuestra relación emocional con el dinero.
1. DINERO Y EMOCIONES
Si todavía piensas que el dinero no va de emociones te voy a poner un ejemplo vivencial, ¿preparada/o?
Imagínate que estás en la cola del supermercado, tranquilamente esperas tu torno hasta que te toca. La cajera va pasando por la cinta todos tus productos y alimentos y tú empiezas a colocarlos en bolsas. Una vez tienes todo metido en las bolsas, la cajera te indica el importe total, abres tu cartera, sacas la tarjeta de crédito/débito para pagar…
Y cuando la cajera pasa por la máquina tu tarjeta sale un mensaje de error: ¡TARJETA RECHAZADA!
¿Cómo reaccionas? ¿Qué se te pasa por la cabeza? ¿Qué sientes?…
Quizá comienzas a excusarte con la cajera y las demás personas de la cola, diciendo “cómo puede ser eso si yo, de verdad, tengo dinero en la cuenta”.
Una de las primeras reacciones que solemos tener es de VERGÜENZA, nos da pánico que los/as demás crean que no tenemos dinero e incluso nos vemos “obligadas/os” a justificarnos y afirmar que si tenemos.
¿No tener dinero es motivo de vergüenza?
Te pongo este ejemplo para que lo experimentes y observes tu posible reacción. El dinero tiene que ver con emociones viscerales. Los/as expertos/as financieros/as nos dicen que el miedo, la vergüenza y la ira son las emociones más comunes y frecuentes alrededor del dinero.
Sintamos un poco:
- ¿Cómo te sientes cuando tu cuenta está a punto de quedarse a cero?
- ¿Cómo te sientes cuando no puedes hacer frente a un pago?
- ¿Cómo te sientes cuando tienes un gasto imprevisto?
¿Se apodera de ti el temor, la angustia, la rabia, la frustración…?
En ocasiones nuestros sentimientos hacia el dinero son tan intensos que lo odiamos verdaderamente, incluso llegamos a creer que es la causa de todos nuestros problemas.
Ahora vamos con otro ejemplo vivencial ¿Lista/o?
Estás tomándote algo con unas amistades y una de ellas te da un boleto de lotería, se lo agradeces y lo guardas en la cartera sin hacerle apenas caso. Al día siguiente rebuscando en la cartera lo que sea, te encuentras con el boleto y decides mirar en el ordenador si ha sido premiado. Escribes el número y haces clic en buscar sin mucho interés.
Y de repente ves que los dos primeros números coinciden, suerte, luego los siguientes… hasta que se te salen los ojos de sus órbitas y te das cuenta que tu número ha sido premiado. El corazón estalla, intentas mantener la calma, compruebas el número y la fecha y efectivamente todo es correcto.
¿Cómo reaccionas? ¿Qué se te pasa por la cabeza? ¿Qué sientes?…
Puede ser euforia, liberación, felicidad, alegría…
Toma conciencia que cuando hablamos de dinero nos encontramos con extremos de felicidad y de frustración. Con reacciones totalmente antagonistas según su falta o posesión.
2. PATRONES FINANCIEROS
Podemos definir un guión o patrón financiero como:
Un guión financiero es un patrón de conocimientos, tradiciones, comportamientos, creencias y enseñanzas transgeneracionales aprendidas sobre el dinero. Estos guiones son desarrollados durante nuestra niñez y dirigen, inconscientemente, nuestro pensamiento y comportamiento financiero.
Existen 4 Guiones Financieros, ahora presta atención a los patrones porque seguramente te sientas reflejada/o en uno o en varios:
2.1. EVASIÓN DE DINERO
Aquí nos encontramos con las personas que piensan que el dinero es la fuente de todo mal. Ven el dinero como algo malo, sucio, inmoral,… Y por tanto piensan que las personas ricas son poco éticas, deshonestas, codiciosas y no merecen el dinero.
Creen que la única manera de ganar mucho dinero es haciendo trampas o robando.
Te has visto alguna vez diciendo “Pobre, pero honrado/a”, “A saber cómo fulanito/a ha conseguido ese dinero”.
Este guión puede generarnos irritabilidad, enojo, angustia…
Si te reconoces en este guión te puede ayudar percibir el dinero desde una perspectiva más neutral. Es decir, el dinero es una herramienta de intercambio de bienes y servicios sin ningún tipo de etiqueta ética. Nos facilita la obtención de dichos bienes, pero por sí mismo no tiene ningún significado ni valor fuera del consenso social.
La ética no está en el dinero sino en el uso que haces de él. Y eso depende siempre de ti.
2.2. ADORACIÓN DEL DINERO
Las personas con este guión piensan que el dinero es la felicidad. Creen que el dinero puede resolver todos sus problemas y sienten que nunca tienen suficiente dinero.
Las personas que rinden culto al dinero suelen ser adictas al trabajo, gastan compulsivamente, se sienten infelices cuando no pueden tener o hacer algo, sus diálogos giran en torno a su escasez o su posesión…
¡OJO! Puedes ser un/a adorador/a y no tener ni un euro, peso o dólar. Esta adoración puede estar oculta y de primeras no nos damos cuenta.
Si te reconoces en este patrón puede ayudarte explorar cuáles son las cosas más satisfactorias y gratificantes de tu vida. También puedes plantearte: ¿cuáles son tus valores esenciales y tus prioridades? ¿Cuándo vives tus mayores momentos de alegría, felicidad y paz?
La sugerencia es que observes que la mayoría de cosas satisfactorias no tiene que ver con el dinero en sí mismo. Comienza a tomar decisiones que aumenten tu felicidad real.
2.3. ESTATUS DEL DINERO
Las personas con este guión piensan que el dinero esta directamente relacionado con el valor personal, la autoestima y la autopercepción.
Buscan el reconocimiento social o el estatus a través de la posesión de objetos, bienes materiales y de una imagen corporal determinada. Su lema podría ser “Eres lo que tienes”.
Este guión puede hacer que la persona se llene de deudas para mantener ese estatus determinado.
Si te ves reflejado/a en este patrón me gustaría preguntarte: ¿quién eres sin lo que posees? ¿Quién eres sin tu tarjeta de crédito? ¿Tu valía personal depende únicamente del dinero? ¿Crees que para recibir atención necesitas demostrar el dinero que tienes?
Quizá es dar la vuelta a la tortilla y comenzar la vida desde el ser y no desde el tener. Lo que TÚ ERES siempre es independiente al dinero.
2.4. VIGILANTE DEL DINERO
Las personas con este guión tienen control total sobre sus ingresos y sus gastos. Son personas ahorradoras y valoran mucho una vida austera. Buscan optimizar todo lo que tienen, pero esto les puede dirigir hacia conductas de avaricia y miseria.
Estas personas tienen un miedo excesivo a gastar el dinero. Pueden llegar a entrar en pánico ante un gasto imprevisto.
Son personas totalmente discretas con respecto a lo que ganan y a lo que hacen con su dinero.
¿Te reconoces en este guión de vigilancia constante sobre el dinero? ¿El hecho de perderlo te genera angustia? Todo este control seguramente te este perjudicando a ti y a los/as demás.
Te propongo que te abras a escuchar lo que las personas de tu alrededor piensan sobre tu comportamiento con el dinero y por otro lado aumenta tu zona de comodidad, es decir, incluye en tus gastos cosas que ayuden a mejorar tu vida y la de tu familia. Se creativo/a.
3. DESORDENES FINANCIEROS
La evidente mejoría del nivel de vida de este siglo, el auge de los préstamos rápidos entre otros factores, han generado que el consumo se disparará y el endeudamiento también. Dentro de este caldo de cultivo están saliendo a la luz diversos desordenes financieros.
Entendemos los desordenes financieros como comportamientos autodestructivos. Actualmente podemos encontrar una nueva especialidad dentro de la psicología: la Terapia Financiera.
Este tipo de compartimientos con respecto al dinero siempre nos han acompañado. Quizá ahora se están observado y estudiado más detalladamente para generar metodologías de intervención terapéutica.
La psicología estos últimos años ha identificado los siguientes comportamientos problemáticos:
- Gasto excesivo.
- Gasto insuficiente.
- Pedidos de préstamos en serie.
- Infidelidad financiera. Engañar a tu pareja con respecto a un gasto concreto o mintiendo sobre vuestra realidad financiera.
- Adicción al trabajo.
- Incesto financiero. Controlar a los familiares a través del dinero.
- Ser cómplice de una adicción financiera.
- La acumulación de dinero. No confundir con el ahorro.
- Culpabilidad y vergüenza por la pobreza o la riqueza.
- Negación financiera. Hacer frente a la ansiedad de dinero rechazando o evitando la propia realidad financiera.
4. FINANZAS PERSONALES
Hacernos cargo de nuestras finanzas, es decir, de nuestros gastos e ingresos de una manera coherente y eficaz, es un acto de madurez emocional y de conciencia interior.
Saber el dinero que ingresamos, los pagos que hacemos y cómo lo administramos puede generar al principio una fuerte resistencia y mirar hacia otro lado. Pero una vez damos el paso para organizar nuestras finanzas personales observaremos que nuestro estrés disminuye y sentiremos más control en nuestra vida.
Por un momento piensa en todas las veces que culpamos al dinero y a la economía de todo lo que nos sucede, en todas las quejas que realizamos a lo largo del día y toda la frustración que acumulamos. ¿Hasta cuando decidimos vivir con este nivel de malestar físico y emocional? ¿Hasta cuándo eludir nuestra responsabilidad?
A continuación te propongo un ejercicio para tomar conciencia de que es lo que pasa dentro de ti con respecto al dinero.
Organiza tus finanzas para organizar tu mente:
Busca un lugar tranquilo sin distracciones, date tiempo y ve observando todas las emociones que surgen, permítelas ser. Es muy probable que lleves mucho tiempo evitándolas. Toma nota de los gastos e ingresos de los últimos tres meses y después toma acción re-pensando cómo simplificar tus gastos (cómo reorganizar tus deudas, en qué recibos puedes pagar menos,…) y ampliando tu visión más allá de ganar dinero intercambiando tu tiempo. Hay muchas otras opciones muy interesantes.
5. CONCLUSIONES
Es evidente que necesitamos el dinero porque nos hace la vida más fácil y más cómoda si así lo decidimos. Sin embargo, hacerlo el centro de nuestras vidas perjudicando nuestra salud y nuestras relaciones no parece una decisión muy inteligente.
Plantearse cómo percibimos nuestra relación con el dinero es clave como también lo es cuestionarnos nuestros guiones financieros para poder soltarlos y practicar nuevos abordajes para sentirnos más seguros/as.
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Me ayudaría mucho, si compartes esta PsicoGuía. ¿Me echas un cable? 🙂
Excelente artículo. Me gustaría que comentes sobre la relación del dinero con él autoestima
Gracias
¡Hola, Mariela!
Me alegro que te gustase. Te sugiero el siguiente audio del podcast donde hablo del tema: https://www.ivoox.com/37227409
Muchas gracias. Un abrazo
Helena